ITSIOS ALEX - Hades Online
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Hades Online
(El caballero del Fuego)
Alex Itsios
TRADUCIDO POR
Jorge Alberto Iglesias Jiménez
Copyright © 2020, Alex A. Itsios
Todos los derechos reservados. Este libro o cualquier porción del mismo no puede ser reproducido o utilizado de ninguna manera sin el permiso expreso por escrito del autor, excepto para el uso de breves citas en una reseña de libro.
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TABLA DE CONTENIDO
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPITULO 5 – EPILOGO
CAPITULO 1
Mis padres están muertos. Mi ciudad natal esta en ruinas. Mi gran amor esta cautivo por un monstruo, y yo he hecho promesas… que no se como puedo cumplir. Llámame Melanthios, yo soy- o al menos era- el ayudante del herrero en el pueblo de Scyles, pero después de las cosas terribles por las que he tenido que pasar, me he convertido en el caballero del fuego, porque eso es todo lo que importa. Toda historia tiene un principio y un final. Así que déjame contarte amigo mío, lo que hizo que el destino llevara a mi pueblo a su desaparición. La vida en el reino de Lycia no era fácil, como estoy seguro que tu ya sabes, ni siquiera, aunque seas un gran caballero. Pero el anterior rey, Pero, hizo todo lo que pudo por protegernos. Emisarios del destino de Elysium protegían los pueblos de todo el condado de los muchos peligros del mundo; demonios, licántropos y también de otras criaturas, incluyendo las que vivían en el bosque de Cedar. Pero hace dos meses, por orden de nuestro nuevo rey, Alastor, el destino fue prohibido de nuestro reino, y nuestros clérigos expulsados del pueblo. Como conejos en la guarida del cazador, nos han dejado solos para protegernos sin nada con que poder hacerlo. Al tener diecisiete años de edad, tenía muchas razones para desear que llegara mi cumpleaños, porque esa sería la edad en la que me verían como a un hombre y en la tendría mi propia herrería. También me podría casar con Leda, la hija del panadero, la chica a la que amo. Lleno de sueños después de mi jornada laboral, volví a casa para descansar y cenar algo. De eso hace dos noches. Estaba oscuro y los gritos de mi padre me despertaron, un exsoldado del ejercito del rey, con su espada preparada, sabiendo que algo malo se acercaba, le pregunté a mi madre, ¿A dónde va papá con esa espada? “el árbol de carne ha venido desde el bosque” ella me advirtió, la voz le temblaba por el miedo. Entonces me dio mi martillo y me dijo, “¡debemos luchar por nuestro pueblo y nuestras vidas!” la adrenalina recorrió todo mi cuerpo, alimentando mis músculos y mi sangre para la batalla venidera. Mi corazón latía tan fuerte que parecía que iba a explotar, y mis pupilas se dilataron, pudiendo ver incluso en la oscuridad. Mi cuerpo quería escapar; no soy ni un soldado ni un guerrero, al fin y al cabo, pero yo sabía que escapar estaba mal. Sabía que debía de quedarme y luchar por mi familia. Y para cuando salí junto a mi padre, el monstruo ya estaba avanzando hacia mis paisanos. Cuando se levantó, vi una masa de miembros retorcidos y enredados y como se tragaba a hombres de un bocado. Su constitución era monstruosa, se parecía a un árbol, no estaba hecho de madera y corteza, si no de múltiples cuerpos humanos liados entre si, sus manos y pies y su propio ser.
“¡Por el dios de Elysium” juré yo, “¿Cómo puede estar esto pasando?”
Mi padre yo nos unimos a los otros hombres para hacer frente y luchar contra la enorme bestia, sus antorchas parpadeaban alrededor nuestra. Atacamos en grupo, pero nuestras armas hicieron poco daño, y dos de los nuestros fueron rápidamente llevados por sus garras con forma de rama. Para el árbol de carne, no éramos más que comida que debía de ser consumida. Apenas una amenaza a tener en cuenta.
Sabiendo que nuestras armas no podían hacerle ningún daño al monstruo, tiré mi martillo al suelo y agarré la antorcha parpadeante del hombre que acababa de ser tragado, pensando en quemarlo. Cargué contra la criatura, mis oídos se llenaron con los gritos de mi padre.
No me detendré, no puedo detenerme, ¡les salvaré a todos!, eso era lo que estaba pensando y que tonto era yo. Con un golpe de uno de sus miembros, detuvo mi carga, me mando volando por los aires, y caí sobre la dura tierra, apenas consciente, tanto mi ataque sorpresa como mi orgullo terminaron fácilmente por los suelos.
No éramos rival para la bestia. La desesperación invadió mi mente, y sentía mi cuerpo entumecido. No podía moverme y yo sabía que era debido a que estaba perdiendo la consciencia. El miedo me embargó y me hizo perder toda esperanza. La criatura extendió un monstruoso miembro para cogerme. Mi muerte era segura. Justo en ese momento, mi padre apareció ante mi y balanceó su espada cortando la rama que me había agarrado con su afilada hoja. Admiré tanto su fuerza y coraje, pero no importó, Solo puede ver como las ramas del monstruo le enredaba empujando a mi padre hacia las oscuras fauces del árbol. Solo un bocado de la bestia, eso era todo lo único que me separaba de perderle para siempre, aún puedo oír como se le partían los huesos, y sus gritos todavía me persiguen.
Momentos mas tarde todo se volvió negro.
CAPITULO 2
Cuando desperté, todavía no podía moverme. Fui sujetado en el aire, atrapado por uno de los miembros del árbol de carne. Sus ojos amarillos parpadeantes me observaban, y sabía en el fondo de mi ser que había llegado mi hora. Le recé a Dios para pasar la vida eterna en Elysium para poder pasar la eternidad con mi familia y la chica a la que amaba.
“¿Eh?” estas despierto, el árbol de carne protesto con su horrible voz. Vi que tenía a varios de mis vecinos atrapados entre sus miembros. Ahora supe que Leda, mi futura esposa y mi madre, estaban vivas, y pero ahora, eran parte del monstruo.
Le observé horrorizado.
El árbol de carne sacó a mi madre lentamente de su tronco. Aterrado por ella, luché para liberarme. Tenía que salvarla, ella era la única familia que me quedaba. Ella gritaba y jadeaba y suplicaba pidiendo ayuda, pero nadie iba a salvarla. Cerré los ojos, suplicando que se acabara la pesadilla, pero mis oídos, mis malditos oídos no podían suprimir el horrible sonido de como se partían los huesos y se desgarraba la carne. ¡Era la carne de mi madre! Lloré y maldije, llorando juré que reduciría el árbol a cenizas.
Pero sabía que yo era débil, y que no tenía manera de cumplir con la promesa. Lo que es peor es que el árbol de carne solo estaba jugando conmigo, con mi dolor.
“Este parece delicioso”, la cosa sonrió con la monstruosa boca de su tronco.
Vi que le llegaba su turno a Leda”
“Para” supliqué yo. “No mates a nadie mas. No te hemos hecho daño alguno. Nos hemos mantenido alejados del bosque.
Aunque sabíamos de la existencia del monstruo, ninguno de nosotros lo había visto en carne y hueso. La cosa nunca había salido del bosque de Cedar y solo atacaba a tontos aventureros que violaban su territorio, o eso era lo que nos aseguraban las historias.
“Joven, musculado, pelirrojo, yo tenía razón. He aquí uno que no es un hombre vulgar. Uno que es más grande que los demás”. Me dijo el árbol de carne con su voz quejumbrosa.
Continué con mi súplica, esperando por alguna estúpida razón que el árbol nos perdonara la vida a mi y a mi gran amor.
“¿Por qué has bajado al pueblo? ¿Por qué has hecho esto? No somos ninguna amenaza grité yo.
El monstruo respondió mientras su rama me apretaba dolorosamente.
“Por supuesto que no sois una amenaza. Pero no eres tu, débil mortal, lo que me preocupa. Un viejo poder ha reemergido desde la oscuridad; un viejo rival del pasado ha despertado. Sé muy bien que muy pronto mi antiguo enemigo vendrá a por mi, y debo de ser tan fuerte y poderoso como fui una vez, para poder sobrevivir. Necesito carne fresca, ¡mucha carne!, ¡carne fuerte! La cosa gruñó.
“¿Qué puedo darte para que pares todo esto?” grité yo. “No nos mates a mi y Leda, y haré lo que me pidas”.
“¿Lo harás?” el árbol de carne reflexionó. “joven guerrero, fuiste tu el que pude sentir y vine hasta aquí para consumir, esperando que tu fortaleza me hiciera más fuerte. Y en vez de eso me encuentro una fruta que no ha madurado aún. El consumirla demasiado pronto sería un desperdicio. ¿Qué voy a hacer contigo?”
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