Maribel Pedrera - Nuevo Método CCI Coaching de Conocimiento Interior

Las personas sensitivas llevan años utilizando para mejorar, sintiendo, percibiendo, que ciertas herramientas producen bienestar y equilibran su “Yo” interior. Es el botiquín natural que tú mismo/a tienes que acostumbrarte a calibrar en tu beneficio.

No todos hasta ahora han sido aceptados y veréis como en lapsus de tiempo salen detractores y defensores.

Las personas sensitivas nos fijamos en muchas cosas. Tenemos ciertas inquietudes como estar en contacto con la naturaleza, sentir el poder y la energía que emanan los árboles, las plantas, el campo. Básicamente el respeto por la naturaleza y lo que nos hace sentir. Una inmensa sensación de bienestar a nivel de cuerpo y mente.

La aromaterapia y lo que nos ayuda a todos.

Las propiedades de las plantas medicinales.

La homeopatía. El uso que hacemos de las plantas a través de las Flores de Bach.

Las sales de Schüssler y los efectos positivos que causan en el organismo.

También sentimos muy presente el tiempo, los días de la semana y lo que nos aporta cada uno de ello.

Las lunas y lo que nos influyen. Todo lo que se ha dicho de ellas a lo largo de los siglos, porque forman parte del patrimonio del saber de la humanidad.

La pasión que sentimos por los minerales.

Las religiones.

La meditación y todo su mundo.

Leer.

El baile. Ya que es muy bueno bailar y leer puesto que favorece que los niños estén activos. Que los adultos no pierdan la capacidad de su mente. No perder la persona en que se ha convertido, no perder esa intuición. Porque los sensitivos nos podemos equivocar, pero intentamos tener valores.

En definitiva, vivir en plena armonía contigo mismo/a con lo que te rodea, las personas, la naturaleza aprendiendo a ser honesto/a en tu forma de ser y comunicarte con los demás; aplicándola a todo. Porque ser sensitiva es algo con lo que tienes que convivir toda tu vida, y negarlo sería un error, porque realmente es un regalo, un don que te hace la vida.

Existen muchas maneras de pensar tanto a través de creencias o religiones, como los que se llaman escépticos; que aún denominándose así, todos en el fondo creemos en algo o en alguien.

No existe ninguna religión negativa ni mala para el alma ni para el espíritu. Realmente ninguna de ellas, por mucho que las estudies y busques te enseñan nada negativo. Es el uso que el ser humano a nivel personal hace de ellas.

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